viernes, 30 de mayo de 2008

Socialismo Científico

5.5.2.3 Revoluciones y socialismo científico A pesar de la vigilancia de Metternich, algunas de estas ideologías no pudieron ser eliminadas y entre 1815 y 1848 Europa fue sacudida por tres crisis revolucionarias. En 1848 las llamas de la revuelta se extendieron a lo largo de toda Europa, con la excepción de Gran Bretaña, Rusia y la península Ibérica. Sin embargo, cuando las cenizas se enfriaron finalmente, estaba claro que la revolución romántica se había consumido a sí misma. Efectivamente, Metternich había sido expulsado de Austria y en Francia se había proclamado la Segunda República francesa, pero la mayoría de los levantamientos fracasaron, y los sueños revolucionarios se habían frustrado para convertirse en realidades. No obstante, la época de la Restauración llegó a su fin. Los ferrocarriles, la industrialización y la próspera población urbana estaban alterando el paisaje de Europa al mismo tiempo que el pensamiento materialista comenzó a desafiar la primacía romántica de la poesía y la filosofía. La ciencia se estaba convirtiendo en un lema, la garantía del progreso inexorable. En 1851, la Gran Exposición de Londres rindió homenaje a los logros técnicos del siglo. Charles Darwin, a pesar de su visión de una naturaleza salvaje, predicó la “supervivencia de los más aptos”. Karl Marx y el revolucionario alemán Friedrich Engels se mofaron del socialismo utópico y elaboraron un socialismo ‘científico’ fundamentado en propuestas más radicales de transformación de la sociedad.[1]

[1]"Europa," Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2000. © 1993-1999 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

No hay comentarios: